sábado, 23 de marzo de 2013

Contra el odio, amor:




El día jueves, casas de estudio de todo el país decidimos marchar desde Plaza Venezuela hasta la sede del Consejo Nacional Electoral para exigir garantías electorales para un proceso libre, justo y transparente. Lamentablemente, grupos oficialistas trancaron nuestro paso, equipados con armas blancas y de fuego, pero sobretodo, armados de odio, de rencor y de rechazo. En esa marcha, 8 compañeros resultamos heridos, en este relato intentaré narrar los hechos desde mi perspectiva, buscando dar mi mensaje a todo el que me lea, un mensaje de tolerancia, de paz y de amor hacia Venezuela y hacia todos los venezolanos, pues estoy convencido de que eso es lo que necesita mi país.


Salimos desde mi universidad, la Universidad Católica Andrés Bello, a eso de las 10:00AM un grupo de 35 ucabistas. Si algo he aprendido en estos dos años en esa casa de las ideas, es que no basta con la excelencia, hay que tener un compromiso hacia la sociedad, y ser el cambio que uno desea ver en el mundo. A mis compañeros, los que estuvieron conmigo y los que no, les digo; esta es la lucha, la lucha de todos por el país que queremos. No retrocedan, no desmayen y no se callen nunca. Alzen su voz, sean el motor de esperanza que requiere el país, necesitamos de todos para lograr este cambio.



Llegamos a Plaza Venezuela, con una gran movilización de más de 500 personas, con un espíritu de esperanza, amor y felicidad por el trabajo que estábamos realizando en la plataforma de Operación Soberanía. A ellos, un grupo de estudiantes idealistas que como yo están convencidos de que este país se tiene que cambiar con el ejemplo y con la lucha pacífica, mis mas sinceros agradecimientos y apoyo incondicional.



Recuerdo que se escuchaba la canción de los estudiantes y mi corazón y el de mi novia Lourdes se llenaba de orgullo y de honor por ser parte de esta historia, la historia de construcción de nuestro país. Al acercarnos aproximadamente a 5 cuadras del CNE, vimos como un piquete de la Guardia Nacional Bolivariana detenía a un grupo de personas afectas al gobierno que gritaban consignas de odio y rechazo hacia nuestra protesta. Un grupo de compañeros nos pusimos en la primera fila entre la guardia y los oficialistas, alzando nuestras manos en señal de paz. Entre ese grupo nos encontrabamos mi novia y yo.



En ese instante, al escuchar a los oficialistas lo que decían, y ver sus caras manchadas de odio, sospechamos que el problema que existe hoy en día en Venezuela no es solo que eliminen las captahuellas o gane un candidato determinado, el problema es que se ha sembrado una desunión tan marcada entre dos sectores de la población, que la convivencia se hace imposible. Cuando empezaron a lanzarnos escombros y botellas nuestra sospecha se confirmó.



Culpo al expresidente Hugo Chávez, culpo a su discurso, culpo a su odio que se ha propagado como un virus maldito en los corazones de muchos venezolanos, oficialistas y opositores. Aún estoy atónito de que alguien se sienta orgulloso de insultar o herir a un ciudadano que comparte tu misma bandera, tu mismo escudo y tu mismo himno, y que ambos comparten el mismo amor por esta tierra. Eso no puede seguir así, hay que cambiar. Hacia ese objetivo debe estar dirigida nuestra lucha.



Para aquél momento la GNB ya había dispersado al grupo oficialista y estos se habían retirado, y uno de nuestros compañeros nos informaba que los rectores del CNE iban a bajar hasta donde nosotros nos encontrabamos para recibir el documento con nuestros reclamos. Habíamos triunfado, el objetivo se había cumplido. En ese instante, el curso de los acontecimientos sucedió muy rápido, alguien gritó: ¡CORRAN! Mi novia salió hacia un lado con un compañero y yo hacia otro solo, y en ese momento sentí un impacto como de una gran roca justo al lado del ojo y vi como caía un chorro de sangre hacia mis manos.



Llegó alguien que era paramedico, me vendo el ojo, mientras muchas personas tomaban fotos y repudiaban el hecho, otro compañero llegó a cargarme y a decirme que nos fueramos, yo le dije que no me iba sin mi novia. En ese momento, ella llegó, me miró, gritó mi nombre y se le trancó la respiración. Eso dolió más que cualquier piedra o botella. Intenté decirle que estaba bien pero fue inútil, se desmayó en los brazos de otro compañero. Le pedí que se la llevara, que la cuidará mientras yo no podía, y ambos se resguardaron en el estacionamiento de un edificio del lugar.



Para ese momento, teníamos oficialistas a todos lados de la avenida, y a la GNB tratando de dispersarlos mientras ellos lanzaban botellas, piedras y palos en llamas. Cada vez más odio, cada vez más rencor. Era imposible salir. Intenté buscar a un compañero conocido del equipo de la UCAB con el que pudiera quedarme, alguien me dijo que uno de ellos estaba en el centro, donde se encontraban los medios de comunicación. Allí declaré lo que ahora escribo. Que uno va a protestar pacíficamente y siempre te reciben con agresión, pero que la lucha continúa.



Agradezco a los efectivos de la GNB que me llevaron a mi y al compañero que me acompañaba desde allí hasta salud chacao, donde fui antendido. Lo sorprendente fue que para salir tuvimos que pasar por donde se encontraban algunos chavistas, y a pesar de que me encontraba herido, nos golpearon y nos lanzaron objetos, sin importarles nada. Dementes de tanto odio que los carcome.



Llegamos aproximadame a las 4 de la tarde, fui atendido después en una clínica, y a las 10 de la noche estaba saliendo de allí con 30 puntos de hilo corto y una hemorragia ocular interna. Afortunadamente no daño mi visión. Lo más difícil había pasado, ahora a recuperarme.



Cuando empecé a ver mi foto en los medios de comunicación y a oír mis declaraciones  empezaron a llamarme para entrevistarme, entonces pensé; ¿Qué digo? ¿Como respondo a lo que me sucedió?. Lo más común era llamarlos locos, malandros y escoria. Pero después pensé; ¿Qué haría el expresidente Chávez? Tengo que hacer exactamente lo opuesto. Y así lo hice, y es mi mensaje y mi convicción hoy. Contra el rencor, amor.



Siento un profundo amor por esta tierra que me vió nacer, quiero que mis hijos nazcan y crezcan aquí y que amen a Venezuela tanto o más de lo que yo lo hago. Y para que eso se cumpla, hay que transformar ese odio en amor, ese rencor en tolerancia y esa agresión en paz. No culpo a quiénes me hicieron esto, ellos son producto de algo que no entienden, que no planearon. A ellos les digo, los perdono. Ustedes como yo, somos venezolanos, ya basta de tanto odio, respondamos con paz. ¿Tenemos visiones de país distinta? Claramente, pero, ¿Podemos llegar a un acuerdo del que todos salgamos beneficiados? Por supuesto que sí. Defendamos la democracia, la justicia y la paz por la que pelearon nuestros libertadores. Seamos libres de pensamiento y acción, y demostremosle a quienes están hoy arriba que somos mejores que ellos, que somos el país que queremos. Porque al final de todo este cuento, todos somos hermanos venezolanos, y hay que empezar a actuar como tal.



Algún día veremos a un oficialista y a un opositor no ser oficialista u opositor, ser venezolanos. Ese día mi lucha estará completa. Mientras tanto, la lucha continúa.

Carlos Vargas

miércoles, 29 de junio de 2011

LA VERDAD EN EL RUMOR:


“Sería necesario imponer esta regla: no repetir jamás una afirmación malévola sin verificar su contenido. Aunque es cierto que así nunca se hablaría de nada.” André Maurois (1885-1967)

Todos los venezolanos, e incluso las instancias internacionales, somos conscientes de los hechos ocurridos en la pasada gira del presidente Chávez por Ecuador, Brasil y Cuba. La información oficial es que el primer mandatario de nuestro país fue operado de emergencia por un absceso pélvico repentino. Y que esto dificultó su regreso previsto a Venezuela, dejándolo así más de 15 días fuera de nuestro país en recuperación. Sin embargo, esta segregación de información generó también diferentes especulaciones acerca de la realidad del presidente de la república, hechos que estallaron con la publicación de un diario desde Miami en el que se aseguraba que la operación de Chávez se debía realmente a una metástasis de cáncer de próstata.

El día de ayer, 28 de junio de 2011, el Ministro para la Comunicación e Información Andrés Izarra presentó un video con ciertas imágenes del presidente conversando con su ex-homólogo Fidel Castro en una especie de jardín, y leyendo la contra portada del diario Granma de la isla, en la cual hablaban de la confección de uniformes escolares para niños. Contrario a la intención de calmar la ola de rumores que se encontraba latente, estas imágenes despertaron ciertas teorías sobre su veracidad, alegando que estas fotografías databan de la visita del presidente hacía ya un año, y generando la incógnita de por qué la bandera en su chaqueta constaba sólo de 7 estrellas.

Haciendo un breve y sencillo análisis, e ingresando a la página web del diario comunista cubano: http://www.granma.cubaweb.cu, podemos encontrar la sección en la cual se publican las ediciones impresas del mismo, teniendo así, si se quiere, nuestra primera prueba, la primera plana de la edición del día de hoy, 29 de junio de 2011, en la que aparece la siguiente fotografía:
Si logramos ampliar la edición que el mandatario y anfitrión están ojeando, podemos extraer el titular de la primera plana (pues se encuentran leyendo la contraportada) que encabeza “Emotiva clausura de encuentro brasileño de solidaridad con Cuba” y vemos en la esquina superior derecha de la plana, la fecha de publicación. “Martes 28”: 
Como segunda prueba, tenemos la portada del diario ya mencionado del día de ayer, martes 28 de junio de 2011, en la cual encabeza el titular central la misma noticia de la imagen anterior: 
Y por último, presentamos a ustedes la contra portada de esa misma edición pasada, en la que titula “Uniformes a la medida” a lo que publica un informe sobre la confección y venta de uniformes a partir del 11 de julio para el período del año escolar 2011-2012:
 
Después de presentar todo este material informativo, debo aclarar que quién escribe este artículo no es rojo rojito o escuálido, es simplemente un venezolano como cualquier otro, pero que cree firmemente que el rumor funciona como ente desestabilizador, para ambas partes, independientemente de su ideología política, y que si queremos construir un país mejor debemos comenzar por nosotros mismos, haciendo análisis e investigaciones críticas y bien fundadas, denunciando lo que se debe denunciar y felicitando aquello que se debe felicitar.

Es por esto, que no sé realmente si el presidente se hizo o no una cirugía de cáncer de próstata o de absceso pélvico, o si le gusta llevar chaquetas con 7, 8 o 9 estrellas, lo que sí sé, de lo que estoy completamente seguro, es de que el día de ayer se levantó de su cama, estuvo en algún tipo de jardín con el señor Fidel Castro, y leyó la contra portada del diario Granma.

Lo sé porque lo investigué, evitemos los rumores señores, nada más.

Carlos Vargas
V-23997723
@CarlosVargas93

-REFERENCIAS-

martes, 28 de junio de 2011

Artículo escrito por Yon Goicochea y publicado por El Universal el 28 de Junio de 2011.

Entre los horrores que se viven en El Rodeo y la gran inestabilidad institucional del sistema personalista, que convierte la enfermedad de un ser humano (presidente o no) en una crisis constitucional que afecta a millones, hablar en positivo puede resultar ridículo. Pero en el país también hay bondad y lo bueno debe ser destacado.
El 10 de julio, Voluntad Popular escogerá sus autoridades nacionales, regionales, municipales y parroquiales, para lo que ha decidido hacer elecciones de base, a registro abierto. Después de casi dos décadas sin que esto ocurriera en Venezuela, un partido naciente va a establecer una estructura con base democrática. Sin duda alguna, esto es historia viva.

El proceso es importante para el país porque si queremos un gobierno democrático debemos construir partidos que también lo sean. No es cierto que los partidos sean la base de la democracia, ontológicamente, dicha base está constituida por el pueblo. Los partidos son formas de organizar a los ciudadanos, mediante los cuales se expresan y canalizan sus aspiraciones. Sólo del cumplimiento de esta función deriva la legitimidad del partido político, ahora sí, una parte fundamental de la democracia de los modernos (la griega era otra cosa).

Las oligarquías partidistas deslegitimaron la democracia venezolana y nos condujeron a la destrucción institucional y a la concentración del poder personalista. Que los partidos se abran al venezolano es el único camino para que su oferta democratizadora sea creíble. Por eso Voluntad Popular está haciendo lo correcto, en el tiempo correcto. Bien podrían decir, como muchos, que "lo importante en este momento es sacar a Chávez y que ya habrá tiempo para lo demás", afortunadamente entendieron que antes de cambiar al mundo uno debe cambiarse a sí mismo.

No milito en VP pero, toda vez que las elecciones son abiertas, este 10 de julio iré a votar. Así mostraré mi apoyo a un proceso que se parece a la "Venezuela que queremos".

Yon.Goicochea@gmail.com @yongoicochea

viernes, 15 de abril de 2011

Esperanza para un tricolor olvidado.

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Ensayo ganador del segundo lugar en el concurso "Pensando en Venezuela" realizado por el IFEDEC Centro de Políticas Públicas.

La historia dijo que la vida se estancó. Que tuvo miedo de crecer y ser joven en un hogar tan invadido por la muerte. El tricolor se convirtió en una pobre escala de grises cuando todos dormían y emigraban a una feliz virtualidad, mientras que otros cerraban sus ojos para no volver.

Parece iluso querer dirigir mis palabras al país entre tanto silencio. De querer gritar donde nadie quiere escuchar mientras el miedo eclipsa hasta el mínimo intento de suspiro. Sin duda, se siente como una batalla perdida, pero no lo es, pues a pesar de sentirme como una pequeña partícula para el mundo, con una sola respuesta podría ganar una guerra.

Si buscamos en el diccionario la palabra “país” encontraríamos que es un territorio que forma una unidad geográfica, política y cultural. Una definición perfectamente correcta pero completamente genérica y atascada que no permite conocer la cantidad de historia, factores y vidas que están más allá del mapa. No es difícil saber que es un país cuando son nuestros pasos los que lo delimitan, lo arduo está, en ser y reconocer que cada uno de nosotros es el cerebro y la columna vertebral de un sistema nervioso central conocido como Venezuela.

Pero como ciudadanos hemos dejado que el olvido se vuelva parte de la rutina venezolana. Parece que sufrimos una amnesia permanente que no nos deja recordar quienes somos ni de donde vinimos y por ello, constantemente repetimos nuestra historia impidiendo que el futuro y el progreso se vuelvan un presente.

Sé del pasado, lo que saben los libros y conozco a mi país porque aprendí a conocerme a mí misma. Hace tiempo que desperté pero me di cuenta que mí país aún duerme.

Al abrir los ojos y observar nuestro alrededor, a pesar de ser un perímetro relativamente corto nos daremos cuenta que además de oxigeno, en el ambiente, se respira indiferencia. Y tal vez es esa, una de las principales causas de los problemas que enfrentamos en la actualidad. Por más que leamos noticias o suframos en carne propia los estatutos de una política mal establecida nuestras opiniones y pensamientos quedan almacenados en un mundo ajeno a la realidad donde los espejos tecnológicos son nuestra deidad. Es ahí cuando te das cuenta que las bases de la sociedad venezolana, aquellas que se formaron de una valiente historia, no eran del todo fuertes y que los patriotas como Simón Bolívar, Francisco de Miranda, José Félix Rivas, Rafael Urdaneta entre otros, lucharon por una libertad en vano pues doscientos años después aún no hemos aprendido a independizar nuestra conciencia.

Es lamentable como otra de las causas, es que la inseguridad dirija el curso de la población. Las clases sociales venezolanas se han reducidos a dos: Los que viven y los que no. Bienvenidos a uno de los países más peligrosos del mundo donde diariamente afuera de nuestras casas una batalla entre el bien y el mal deja victimas en nombre de la necesidad.

Y no hacemos nada, hemos olvidado como dar un paso al frente devaluando cada vez más nuestra economía mental. Como pasajeros de un barco que milagrosamente sigue a flote, nos convertimos en individualistas, avaros, egoístas y ajenos a una situación que emigró más allá de los límites de nuestra ética. Somos ciegos, sordos y mudos sonriéndole a la miseria.

También es cierto que las malas decisiones de una persona han puesto en riesgo la seguridad, salud y educación ciudadana. Que las leyes venezolanas son espejismos de una libertad que no hemos conocido ya que la constitución no nos escucha a todos creando un odio entre los que siguen un ideal y los que se oponen a él.


Y es fácil culpar a otro, pero no olvidemos que aún somos autónomos de nuestras decisiones, por ello, debemos ser responsables y comenzar a soltarnos de ese cordón de oro negro que controla la manera de pensar venezolana y oponernos a un régimen que poco a poco va acabando con el nacionalismo y el orgullo de ser la patria con la que nuestros próceres soñaban. Somos nosotros quienes elegimos el futuro, no una persona, recuerden que nadie puede dirigir un país, sin el país.
Aún seguimos contando con recursos envidiados mundialmente que pueden acercarnos a alcanzar el desarrollo de la nación. No podemos conformarnos con ser únicamente un país de mujeres bellas. Debemos ser el país de maracuchos, orientales, andinos y llaneros que trabajan con la frente en alto, que se informan y expresan las ideas que el miedo tenía escondidas. No podemos continuar esperando a seguir el ejemplo que Caracas dio, hay que actuar hoy por el mañana.

Pero podemos tomar el ejemplo de nuestros antepasados y cambiar el curso de nuestra historia, de comenzar la batalla contra el miedo y atrevernos hacer la diferencia por estas tierras que lo valen todo. No en vano dice una famosa frase que para sobrevivir a la oscuridad más siniestra sólo hace falta encender una vela.

Es momento de que dejemos de vivir encerrados en nuestra propia realidad y abramos los ojos a otra que nos involucra a TODOS. De que si estamos pensando en un pasado o en un futuro nos concentremos en el presente, de que si somos felices detengamos esa felicidad, de que si estamos tristes lo olvidemos y miremos hacia delante. Es momento de dejar los chistes políticos y ponernos serios, es momento de despertarnos y no descansar hasta que podamos vivir en un país en el que no existan guerras sociales, ni políticas ni de ningún tipo. Un país que no sea de unos, sino que pertenezca a todos y vivamos en paz creando nuevos horizontes.

Venezuela es ríos que recorren nuestras venas, es sabanas de epidermis mestiza y selvas de manos trabajadoras. Es nuestro cuerpo, nuestros sentidos, nuestro corazón. No podemos seguir una causa sin parte de ella. Debemos preocuparnos, participar y escapar de esa ignorancia que obstaculiza el espíritu de luchar por estos kilómetros y kilómetros de alma llanera.

Escrito por:
Rosaura María Rojas Díaz.
http://rosaurarojasdiaz.blogspot.com
C.I 19.496.312

martes, 12 de abril de 2011

LOS DÍAS SIN CHÁVEZ, ABRIL DEL 2002


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¡La batalla final será en Miraflores! ¡Cayó Chávez! ¡El golpe falló, Chávez ha vuelto al poder!
Estos fueron algunos de los titulares de la prensa nacional e internacional en los días 11, 12 y 13 de abril, que aún y cuando opositores u oficialistas mantengan diferentes opiniones. La realidad es que estos sucesos dieron un giro de 360° a la política venezolana.


Tenía yo 8 años cuando esto sucedió, y ciertamente mi memoria quizás no reconoce recuerdos vívidos sobre estos acontecimientos, sin embargo, estas palabras no buscan corroborar ninguna teoría postulada sobre lo que en verdad sucedió en Puente Llaguno o en el Palacio de Miraflores, no intento siquiera desenmascarar a nuestro presidente arrodillado ante Otto Gebauer, la realidad de este artículo es la simple; Poder constatar el peso político que marcó esta masacre en la vida de todos los venezolanos, sean chavistas o escuálidos.

“La cosa se veía venir”, dicen algunos cuando se les pide la opinión sobre el abril de hace 9 años, y quizás es cierto. La oposición ciertamente controlaba el monopolio financiero de la época, y mantenía así, custodia de Petróleos de Venezuela (PDVSA), comercios de alimentación e ingresos fiscales, y mientras esto sucedía, una gran masa de ciudadanos desistía sobre las promesas y simpatía de Hugo Chávez. Todo esto desencadenó un paro petrolero en diciembre del año anterior a la masacre, y tanto el pueblo como los “oligarcas” tenían las de ganar.

El problema sucedió después, pero para poder analizarlo con claridad, debemos de hacer memoria hacia la marcha que no se contuvo en Chuao, y que así, renovó rumbo hacia el Palacio de Miraflores. De la masacre en Puente Llaguno poco importan sus autores para este artículo, pues siendo quizás francotiradores Americanos del Hotel Rasil, pistoleros oficialistas en el puente, o quizás la policía de Alfredo Peña quienes decidieron atacar al pueblo, tarde o temprano, la bomba mediática, civil y política iba a estallar.

“…la cual, aceptó”  Esa frase del general Lucas Rincón que aún muchos venezolanos atesoran en sus recuerdos más hermosos, mientras que otros memorizan con horror… Sea cual sea el caso, “el vacío de poder”, o el “golpe de estado”, dio paso al gobierno transitorio (por sólo un día) de Pedro Carmona Estanga, antiguo político y presidente de Fedecámaras, hoy exiliado en Bogotá.

Allí nace el auge de este relato, opinión y artículo, y hasta este punto creo que se hace evidente mi tendencia política, y si no, pues pueden reconocerme simplemente un venezolano democrático y comprometido con su país. Creo firmemente en el poder del pueblo, pero cuestiono las políticas empleadas por el presidente, reconozco al socialismo, pero lo considero utópico, cuestiono el capitalismo, pero lo considero necesario, y creo en un balance y en la educación como pilar fundamental para la superación del individuo y no para su conformismo. Y es con esta premisa que recuerdo con dificultad los “días sin Chávez” y del error que cometimos, por qué sin duda alguna, algo hicimos mal…

Creo firmemente en la elección popular, pero basada en la información e igualación de las partes. El primer erro se suscita en la destitución de los poderes del estado, en el encarcelamiento a los antiguos homólogos gubernamentales, y el desconocimiento de facto de las instancias constitucionales formadas, pues justo en ese momento, nos convertimos en aquello que tanto criticábamos, Chavismo 1, Oposición 0.

El segundo error garrafal cometido por el ágape de banqueros, sacerdotes y políticos reunidos en Miraflores, fue el no cumplir con lo acordado, fue colmarse de avaricia al querer juzgar a Chávez inmediatamente, en Venezuela, quizás hasta en plaza pública, a pedradas, muy a lo hebreo bíblico. Estos señores dejaron que la felicidad les nublara la consciencia y la razón, “en el cementerio de la política descansan los impacientes” y ese día decidieron todo o nada, y se quedaron sin nada. Chavismo 2, Oposición 0

El tercer y último error (Y este si fue nuestro, o al menos de la personas que habían alcanzado la pubertad en ese momento) fue el de dejar esto pasar, fue el típico modus-operandi venezolano de dejar el pasado atrás y conformarnos con lo que teníamos, así dejamos que los días se convirtieran en meses y estos a su vez estos en años, mientras el flagelo inconstitucional aumentaba, y nosotros cometíamos estupideces como las Elecciones Parlamentarias del 2005 (Porque a eso sólo se le puede llamar estupidez). Chavismo 3, Oposición 0.

¡Tas Ponchao!

Confucio decía que el hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor. Y esto lo digo basándome en los acontecimientos que desde hace unos 6 meses presenciamos los venezolanos en nuestra realidad, más que política, social. Todo comenzó, a mi juicio, en las Elecciones Parlamentarias del año pasado, ese empujón que necesitaba la sociedad civil para demandar sus derechos y exigir que el ejecutivo cumpliera sus deberes comenzó a gestarse desde unos meses atrás, acumulando mas de medio millar de protestas solo en el ámbito laboral, esto sin contar las protestas estudiantiles, las denuncias en instancias internacionales, los brotes de nuevas enfermedades ya antes descartadas y una seria de factores que nos llevan a teorizar sobre un panorama benigno para los próximos comicios electorales, pero que no dejan de crearnos temor en escuchar torrentes de sangre bajar nuevamente por nuestras calles. La incógnita surge en si realmente podremos sobreponernos a ese “error mayor”. Si las fuerzas funcionan como un eje unido, y si la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD) realmente funcione como plataforma política para la unión social. La duda que tengo y que me llevo a escribir este artículo, es si volveremos a poncharnos en los juegos venideros.


Sea cual sea el panorama venidero, hay que tener fe, y comprometernos realmente a nuestros ideales sean, “comunistas” o “golpistas”.

“Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos.” Simón Bolívar