martes, 12 de abril de 2011

LOS DÍAS SIN CHÁVEZ, ABRIL DEL 2002


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¡La batalla final será en Miraflores! ¡Cayó Chávez! ¡El golpe falló, Chávez ha vuelto al poder!
Estos fueron algunos de los titulares de la prensa nacional e internacional en los días 11, 12 y 13 de abril, que aún y cuando opositores u oficialistas mantengan diferentes opiniones. La realidad es que estos sucesos dieron un giro de 360° a la política venezolana.


Tenía yo 8 años cuando esto sucedió, y ciertamente mi memoria quizás no reconoce recuerdos vívidos sobre estos acontecimientos, sin embargo, estas palabras no buscan corroborar ninguna teoría postulada sobre lo que en verdad sucedió en Puente Llaguno o en el Palacio de Miraflores, no intento siquiera desenmascarar a nuestro presidente arrodillado ante Otto Gebauer, la realidad de este artículo es la simple; Poder constatar el peso político que marcó esta masacre en la vida de todos los venezolanos, sean chavistas o escuálidos.

“La cosa se veía venir”, dicen algunos cuando se les pide la opinión sobre el abril de hace 9 años, y quizás es cierto. La oposición ciertamente controlaba el monopolio financiero de la época, y mantenía así, custodia de Petróleos de Venezuela (PDVSA), comercios de alimentación e ingresos fiscales, y mientras esto sucedía, una gran masa de ciudadanos desistía sobre las promesas y simpatía de Hugo Chávez. Todo esto desencadenó un paro petrolero en diciembre del año anterior a la masacre, y tanto el pueblo como los “oligarcas” tenían las de ganar.

El problema sucedió después, pero para poder analizarlo con claridad, debemos de hacer memoria hacia la marcha que no se contuvo en Chuao, y que así, renovó rumbo hacia el Palacio de Miraflores. De la masacre en Puente Llaguno poco importan sus autores para este artículo, pues siendo quizás francotiradores Americanos del Hotel Rasil, pistoleros oficialistas en el puente, o quizás la policía de Alfredo Peña quienes decidieron atacar al pueblo, tarde o temprano, la bomba mediática, civil y política iba a estallar.

“…la cual, aceptó”  Esa frase del general Lucas Rincón que aún muchos venezolanos atesoran en sus recuerdos más hermosos, mientras que otros memorizan con horror… Sea cual sea el caso, “el vacío de poder”, o el “golpe de estado”, dio paso al gobierno transitorio (por sólo un día) de Pedro Carmona Estanga, antiguo político y presidente de Fedecámaras, hoy exiliado en Bogotá.

Allí nace el auge de este relato, opinión y artículo, y hasta este punto creo que se hace evidente mi tendencia política, y si no, pues pueden reconocerme simplemente un venezolano democrático y comprometido con su país. Creo firmemente en el poder del pueblo, pero cuestiono las políticas empleadas por el presidente, reconozco al socialismo, pero lo considero utópico, cuestiono el capitalismo, pero lo considero necesario, y creo en un balance y en la educación como pilar fundamental para la superación del individuo y no para su conformismo. Y es con esta premisa que recuerdo con dificultad los “días sin Chávez” y del error que cometimos, por qué sin duda alguna, algo hicimos mal…

Creo firmemente en la elección popular, pero basada en la información e igualación de las partes. El primer erro se suscita en la destitución de los poderes del estado, en el encarcelamiento a los antiguos homólogos gubernamentales, y el desconocimiento de facto de las instancias constitucionales formadas, pues justo en ese momento, nos convertimos en aquello que tanto criticábamos, Chavismo 1, Oposición 0.

El segundo error garrafal cometido por el ágape de banqueros, sacerdotes y políticos reunidos en Miraflores, fue el no cumplir con lo acordado, fue colmarse de avaricia al querer juzgar a Chávez inmediatamente, en Venezuela, quizás hasta en plaza pública, a pedradas, muy a lo hebreo bíblico. Estos señores dejaron que la felicidad les nublara la consciencia y la razón, “en el cementerio de la política descansan los impacientes” y ese día decidieron todo o nada, y se quedaron sin nada. Chavismo 2, Oposición 0

El tercer y último error (Y este si fue nuestro, o al menos de la personas que habían alcanzado la pubertad en ese momento) fue el de dejar esto pasar, fue el típico modus-operandi venezolano de dejar el pasado atrás y conformarnos con lo que teníamos, así dejamos que los días se convirtieran en meses y estos a su vez estos en años, mientras el flagelo inconstitucional aumentaba, y nosotros cometíamos estupideces como las Elecciones Parlamentarias del 2005 (Porque a eso sólo se le puede llamar estupidez). Chavismo 3, Oposición 0.

¡Tas Ponchao!

Confucio decía que el hombre que ha cometido un error y no lo corrige comete otro error mayor. Y esto lo digo basándome en los acontecimientos que desde hace unos 6 meses presenciamos los venezolanos en nuestra realidad, más que política, social. Todo comenzó, a mi juicio, en las Elecciones Parlamentarias del año pasado, ese empujón que necesitaba la sociedad civil para demandar sus derechos y exigir que el ejecutivo cumpliera sus deberes comenzó a gestarse desde unos meses atrás, acumulando mas de medio millar de protestas solo en el ámbito laboral, esto sin contar las protestas estudiantiles, las denuncias en instancias internacionales, los brotes de nuevas enfermedades ya antes descartadas y una seria de factores que nos llevan a teorizar sobre un panorama benigno para los próximos comicios electorales, pero que no dejan de crearnos temor en escuchar torrentes de sangre bajar nuevamente por nuestras calles. La incógnita surge en si realmente podremos sobreponernos a ese “error mayor”. Si las fuerzas funcionan como un eje unido, y si la llamada Mesa de Unidad Democrática (MUD) realmente funcione como plataforma política para la unión social. La duda que tengo y que me llevo a escribir este artículo, es si volveremos a poncharnos en los juegos venideros.


Sea cual sea el panorama venidero, hay que tener fe, y comprometernos realmente a nuestros ideales sean, “comunistas” o “golpistas”.

“Todos los pueblos del mundo que han lidiado por la libertad han exterminado al fin a sus tiranos.” Simón Bolívar

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